<< Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste vino como testigo, para dar testimonio de la luz>>. De alguna manera, Juan había experimentado en lo más profundo de sí mismo el resplandor de la Luz, el fulgor espiritual del Mesías ya presente, pero aún desconocido. Él venía a despertar a los dormidos, porque no les pasara por alto el evento histórico que cambiaría los siglos: En medio de vosotros está uno que no conocéis>>. Juan quiere prevenir toda posible confusión: << Yo no soy el Mesías. (...) al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia>>. El pueblo aceptó el testimonio de Juan y creyó en él. Muchos se arrepentían de sus pecados y se hacían bautizar por él en las aguas del Jordán.
Hoy, quien da testimonio del Mesías es la Iglesia. Ella no es tampoco la luz, no es el Mesías. Con sus defectos y pecados la Iglesia cumple, como puede, la misión de dar testimonio del Mesías que, aunque desconocido para la mayor parte de los hombres, vive resucitado en medio de nosotros, después de haber cumplido la misión de Maestro y Redentor. El testimonio de la Iglesia es suficientemente claro para todos los que la quieran mirar sin prejuicios. Por lo menos en la multitud de mártires, confesores, vírgenes, misioneros y otra gente dada al servicio de los pobres, como lo hizo Jesús.
Cada uno de nosotros, desde nuestra coherencia entre fe y vida, es también un espléndido testimonio, apenas intentando llevar a la práctica las recomendaciones de S. Pablo a los cristianos de Tesalónica: << Estad siempre alegres. Sed constantes en orar, dad gracias en toda ocasión >>. Es así como tendremos acceso a lo que Pablo pide para todos: << Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo>>.
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Presentación
Presentación
Mosén Enric Prat presenta estas nuevas Homilías, totalmente diferentes de las ya conocidas (www.bisbaturgell.org - homilias dominicales). Son diferentes en el contenido, en el estilo y en la extensión. Cada Homilía contiene una sola idea, la expresada en el título. La breve argumentación se basa casi únicamente en los textos litúrgicos del día. Creemos que estas homilías pueden facilitar a cada interesado la preparación de la suya propia; o como guión de un comentario más espontáneo. La mejor utilización, sin embargo, la encontrará cada usuario interesado. Posiblemente, otras personas además de los predicadores, encontrarán en estos escritos la ocasión de profundizar en el sentido íntimo de la Palabra de Dios en la Liturgia, y de saborear el consuelo espiritual que nos ofrece. Sea todo ello para alabanza de Dios y a beneficio espiritual y humano de cuantos quieran hacer uso de este medio. Muchas gracias.
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
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