<< Os aseguro que yo
soy la puerta de las ovejas >>. No hay otra alternativa. Sólo por Jesús
se puede entrar en el aprisco de las ovejas. Sólo por él se puede ingresar en
la comunidad, para hacer camino con él hacia el Padre, para participar de su
Reino. Lo dice bien claro el Evangelio de Juan: << El que no entra por la
puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es
ladrón y bandido >>. Todos, pastor y ovejas, entran por la misma puerta.
También leemos en otro lugar que no hay otro nombre, fuera del de Jesús, por el
que podamos ser salvados.
La razón profunda de este
hecho la encontramos en la misión que el Padre le ha encomendado. <<
Pedro, de pie con los once, pidió atención y les dirigió la palabra: “Al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis,
Dios lo ha constituido Señor y Mesías (que quiere decir Salvador) >>.
Hasta la venida de Jesús no había pastor ni entrada al aprisco. Lo explica
Pedro en su primera carta: << Andabais descarriados como ovejas, pero ahora
habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras vidas>>.
Jesús es la puerta y es el
pastor. Él entra el primero, el que convoca las ovejas (la comunidad de los
creyentes). Él es quien inicia el camino del Reino y pasa delante, invitando a
seguirlo a todos aquellos que quieran: << El que entra por la puerta es pastor
de las ovejas,.(...) A éste le abre el guarda, y las ovejas atienden a su voz
(…)Quien entre por mi se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos>>.
El rebaño se pone a seguirlo amorosamente y cosecha el fruto del buen trato, de
la libertad personal y del mejor alimento: <<
Yo he venido para que tengan vida, y la tengan abundante>>
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Presentación
Presentación
Mosén Enric Prat presenta estas nuevas Homilías, totalmente diferentes de las ya conocidas (www.bisbaturgell.org - homilias dominicales). Son diferentes en el contenido, en el estilo y en la extensión. Cada Homilía contiene una sola idea, la expresada en el título. La breve argumentación se basa casi únicamente en los textos litúrgicos del día. Creemos que estas homilías pueden facilitar a cada interesado la preparación de la suya propia; o como guión de un comentario más espontáneo. La mejor utilización, sin embargo, la encontrará cada usuario interesado. Posiblemente, otras personas además de los predicadores, encontrarán en estos escritos la ocasión de profundizar en el sentido íntimo de la Palabra de Dios en la Liturgia, y de saborear el consuelo espiritual que nos ofrece. Sea todo ello para alabanza de Dios y a beneficio espiritual y humano de cuantos quieran hacer uso de este medio. Muchas gracias.
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
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