A veces Dios, respetando las normas de la naturaleza o por motivos que sólo él sabe, permite que seamos probados al límite de nuestras posibilidades. Pensamos en personas que viven con una dependencia total, o en víctimas de atentados, de gravísimos accidentes, de catástrofes naturales, de epidemias, de pobreza extrema, de persecuciones. A todos, alguna vez, nos ha tocado o nos tocará enfrentarnos con alguna situación parecida. No nos es lícito pensar que esto ocurre al margen de la providencia divina y que él se ha ausentado de nuestro lado en aquellas circunstancias.
Leemos en el libro del Génesis: << Dios le dijo (a Abraham): "Toma a tu hijo único, al que quieres, a Isaac, y vete al país de Moria y ofrécemelo allí en sacrificio, en uno de los montes que yo te indicaré>>. Aquí podríamos intuir dos motivos de una decisión tan drástica de Dios con su sirviente Abraham. Una, poner a prueba su fe para ver si estaba dispuesto a poner a Dios delante de todo otro interés terrenal e incluso paternal, y el otro, revelar a Abraham y a la humanidad que él, Dios, estaba dispuesto a ofrecer en holocausto a su Hijo para la liberación espiritual de todo el mundo.
Si por amor a Dios superamos la prueba y nos mantenemos firmemente a su lado, él, que no se deja vencer nunca en amor, nos recompensará con creces. Así habló Dios a Abraham: <<Juro por mi mismo -oraclo del Señor-: Por haber hecho esto, por no haberte reservado a tu hijo único, te bendeciré>>. San Pablo, a los romanos, para alentarlos ante gravísimas pruebas y persecuciones, les dice: << Él que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará todo con él? Por su parte, Jesús quiso demostrar que, tras pasar positivamente por la gran prueba, Dios exalta a sus elegidos con una gloria espectacular cuando, cerca ya de la pasión y la muerte, << Subió con ellos solos a una montaña alta y se transfiguró delante de ellos: Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador (…) Se formó una nube que los cubrió y salió una voz de la nube: “Este es mi Hijo amado; escuchadlo>>.
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Presentación
Presentación
Mosén Enric Prat presenta estas nuevas Homilías, totalmente diferentes de las ya conocidas (www.bisbaturgell.org - homilias dominicales). Son diferentes en el contenido, en el estilo y en la extensión. Cada Homilía contiene una sola idea, la expresada en el título. La breve argumentación se basa casi únicamente en los textos litúrgicos del día. Creemos que estas homilías pueden facilitar a cada interesado la preparación de la suya propia; o como guión de un comentario más espontáneo. La mejor utilización, sin embargo, la encontrará cada usuario interesado. Posiblemente, otras personas además de los predicadores, encontrarán en estos escritos la ocasión de profundizar en el sentido íntimo de la Palabra de Dios en la Liturgia, y de saborear el consuelo espiritual que nos ofrece. Sea todo ello para alabanza de Dios y a beneficio espiritual y humano de cuantos quieran hacer uso de este medio. Muchas gracias.
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
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