A María Magdalena le costó reconocer a Jesús resucitado, a quien confundía con un hortelano. Los dos discípulos de Emaús, después de haber hecho un buen tramo de camino con él, escuchando de su boca unos comentarios de la Escritura muy interesantes sobre el Mesías, y después de haberlo invitado a cenar y a quedarse con ellos, no se habían dado cuenta de nada hasta la hora en que partió el pan. << Los discípulos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan >>.
Cuando se apareció a los discípulos juntos, “Llenos de sorpresa, creían ver un fantasma. (…) Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: ¿Tenéis ahí algo que comer?" Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. El lo tomó y comió delante de ellos (...) Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras>>. Parece claro que Jesús quería que lo reconocieran como el que se da gratuita y generosamente, así como el que está dispuesto a recibir de nosotros aquello que, con las mismas disposiciones le queramos dar. Jesús se da en la santa Cena ("Tomad y comed") y recibió la cena en Emaús, y en Jerusalén el trozo de pez asado..
¿Dónde y cómo nos daremos a conocer nosotros como verdaderos seguidores de Jesús, y cómo daremos a conocer a Jesús a la gente de nuestro tiempo? Quizás también partiendo el pan. El pan de la Eucaristía primero, en nuestras celebraciones, viviéndolas como se vivió por los asistentes en la última Cena, embebido en la palabra de vida y en la comunión de los corazones. Allí celebramos la donación que hace de sí mismo Jesús. Ahora falta celebrar la donación de nosotros mismos a Jesús a través de los hermanos. Lo haremos dando a los demás por amor, y compartiendo nuestro pan con aquellos que no lo tienen. Así la gente sabrá que nos amamos y que nuestro mutuo amor es de Dios.
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Presentación
Presentación
Mosén Enric Prat presenta estas nuevas Homilías, totalmente diferentes de las ya conocidas (www.bisbaturgell.org - homilias dominicales). Son diferentes en el contenido, en el estilo y en la extensión. Cada Homilía contiene una sola idea, la expresada en el título. La breve argumentación se basa casi únicamente en los textos litúrgicos del día. Creemos que estas homilías pueden facilitar a cada interesado la preparación de la suya propia; o como guión de un comentario más espontáneo. La mejor utilización, sin embargo, la encontrará cada usuario interesado. Posiblemente, otras personas además de los predicadores, encontrarán en estos escritos la ocasión de profundizar en el sentido íntimo de la Palabra de Dios en la Liturgia, y de saborear el consuelo espiritual que nos ofrece. Sea todo ello para alabanza de Dios y a beneficio espiritual y humano de cuantos quieran hacer uso de este medio. Muchas gracias.
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
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