Dios ha acompañado la creación haciéndola evolucionar de la materia a la vida, y de la vida hacia la inteligencia. Entonces, no ha dejado que el ser inteligente se detuviera; al contrario, le ha acompañado y le acompaña todavía hacia su interior para que evolucione en conocimiento. En el conocimiento de sí mismo, de toda la obra de la creación y, por encima de todo, en el conocimiento de Dios. El destino del hombre es de llegar a conocer a Dios del todo -hasta donde es capaz- cuando sea el momento de "verlo cara a cara".
Hoy celebramos el misterio de la Santísima Trinidad que, en la revelación antigua, el pueblo hebreo no había llegado a conocer. Al pueblo escogido Dios le reveló sólo su Unidad: << Reconoce, pues, hoy y medita en tu corazón que el Señor es el único Dios, allá arriba en el cielo y aquí abajo en la tierra; no hay otro>>. Y aquel pueblo oraba diciendo: <<Nosotros aguardamos al Señor; él es nuestro auxilio y escudo>>, sin plantearse nada más allá, como sería sobre la naturaleza trinitaria de Dios.
Con la venida del Mesías, la revelación sobre el misterio de sí mismo, que Dios hace al hombre, se amplía esencialmente: Jesús se presenta como el Hijo enviado, se refiere al Padre constantemente y se comporta filialmente con Dios de manera habitual y pública. Con la misma claridad, Jesús revela a sus íntimos la existencia del Espíritu de Dios, el Espíritu Santo, que les será dado para que los instruya, los consuele, y sea garantía de éxito en la su futura misión. En la última aparición, antes de subir él al cielo, el mandato de Jesús a los apóstoles es concreto y estricto: << Id y haced discípulos de todos los pueblos bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado>>. Queda asentada la revelación del misterio más profundo de Dios que, con una sola naturaleza divina, se manifiesta en tres personas: conociendo, amando y obrando.
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Presentación
Presentación
Mosén Enric Prat presenta estas nuevas Homilías, totalmente diferentes de las ya conocidas (www.bisbaturgell.org - homilias dominicales). Son diferentes en el contenido, en el estilo y en la extensión. Cada Homilía contiene una sola idea, la expresada en el título. La breve argumentación se basa casi únicamente en los textos litúrgicos del día. Creemos que estas homilías pueden facilitar a cada interesado la preparación de la suya propia; o como guión de un comentario más espontáneo. La mejor utilización, sin embargo, la encontrará cada usuario interesado. Posiblemente, otras personas además de los predicadores, encontrarán en estos escritos la ocasión de profundizar en el sentido íntimo de la Palabra de Dios en la Liturgia, y de saborear el consuelo espiritual que nos ofrece. Sea todo ello para alabanza de Dios y a beneficio espiritual y humano de cuantos quieran hacer uso de este medio. Muchas gracias.
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
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