Nuestra conciencia, situada en lo más profundo de nosotros mismos, debe ejercer la delicada tarea de discernir y juzgar ante la contradicción a que está sometido nuestro yo responsable, sacudido por la lucha sin tregua entre el bien y el mal, entre la verdad y el error. El libro del Génesis ya avanza cuál será la condición de la lucha a que tendrá que enfrentarse el hombre, contra una parte de sí mismo. La conciencia del primer hombre le acusa sin paliativos del primer fracaso: << Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí>>. La conciencia nunca duerme ni se equivoca.
Adán sabía que su bien consistía en no tocar el fruto prohibido, pero la otra parte de él, puesta a prueba por la invitación de Eva y por la implicación del maligno, prevaleció: <<Adán respondió: “La mujer que me diste como compañera me ofreció el fruto, y comí". El Señor dijo a la mujer: "¿Qué es lo que has hecho? Ella le respondió: "La serpiente me engañó, y comí>>. Tanto el hombre como la mujer intentan justificarse, desviando la responsabilidad a terceros o a circunstancias. Este pasaje describe a la perfección lo que nos pasa a menudo a nosotros. Sabemos cuál es la verdad auténtica y cuál es el bien verdadero, pero la otra parte de nosotros, perpleja de ella misma, y sometida a condiciones adversas, perturba el discernimiento y nos lleva a elegir como verdad y bien lo que, de hecho, es todo lo contrario.
La lección de esta catequesis es bastante evidente: nos conviene vivir despiertos y atentos; necesitamos mantener nuestro espíritu en un estado de máxima libertad para poder llevar a cabo el discernimiento sereno y necesario para no errar, y nos será de gran ayuda cultivar una voluntad firme y valiente, para poder decir NO a una muy sofisticada falacia, que intenta vendernos como bueno y verdadero algo falaz y pernicioso: <<Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entones podrá arramblar con la casa>>.
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Presentación
Presentación
Mosén Enric Prat presenta estas nuevas Homilías, totalmente diferentes de las ya conocidas (www.bisbaturgell.org - homilias dominicales). Son diferentes en el contenido, en el estilo y en la extensión. Cada Homilía contiene una sola idea, la expresada en el título. La breve argumentación se basa casi únicamente en los textos litúrgicos del día. Creemos que estas homilías pueden facilitar a cada interesado la preparación de la suya propia; o como guión de un comentario más espontáneo. La mejor utilización, sin embargo, la encontrará cada usuario interesado. Posiblemente, otras personas además de los predicadores, encontrarán en estos escritos la ocasión de profundizar en el sentido íntimo de la Palabra de Dios en la Liturgia, y de saborear el consuelo espiritual que nos ofrece. Sea todo ello para alabanza de Dios y a beneficio espiritual y humano de cuantos quieran hacer uso de este medio. Muchas gracias.
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
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