La señal (Adviento - 4)

         La Biblia utiliza el concepto señal o señal milagrosa: la ramita de olivo, el arco Iris, el vellón de Gedeón. En algunas ocasiones se trata de hechos o de mensajes. Al rey Acaz Dios le propone que pida una señal. Él no pide ninguna, porque no quiere tentar al Señor. Entonces le es comunicado esto: << El Señor mismo os dará una señal: "Mirad: la virgen está encinta y dará a luz un hijo y le pondrá  por nombre Emmanuel, que significa Dios-con-nosotros >>. Es una advertencia para mover al rey a fiarse de la protección de Dios y no de las coaliciones militares con otros reyes.
Los individuos y la sociedad en general recibimos signos a través de eventos o de palabras, que nosotros hemos de descubrir  e interpretar. El papa Juan los llamaba "signos de los tiempos". ¿Por qué los jefes de Estado y los gobiernos no han descubierto una señal en las advertencias de los papas, antes de enzarzarse en guerras suicidas y devastadoras? ¿Por qué no hacen caso de la doctrina social de la Iglesia, tan humana y sensata? ¿Por qué el mundo actual y nosotros mismos no sabemos ver en la crisis que sufrimos una señal de la deriva alocada, que nos trae el consumismo descabellado y pernicioso, que hemos adorado como un ídolo?
Cuando José se proponía deshacer el compromiso matrimonial con María recibió una señal: << Un ángel del Señor le dijo: "No temas tomar a María, por esposa (...). Tendrá un hijo y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará de los pecados a su pueblo >>. Sabemos la respuesta de José y su resultado. Las señales que nosotros recibimos son menos espectaculares. ¿Las sabemos descubrir? ¿Nos valemos de ellas?

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