La sed puede ser una
necesidad física: El pueblo hebreo se quejaba a Moisés: << ¿Nos has hecho salir de
Egipto para hacernos morir de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros
ganados? >>. Dios mismo ha proveído, con abundancia de agua a la tierra, para proveer a esta necesidad. Dice Dios a
Moisés: << Golpearás la peña y saldrá de ella agua para que beba el pueblo>>. Todo de
lo que disponemos como comida o bebida para nuestro cuerpo ha sido preparado por Dios con amor infinito.
Por sed podemos entender
también la necesidad moral o espiritual: Dice Jesús a la mujer samaritana:
<< Si conocieras el don de Dios y quien es el que te pide de beber, le
pedirías tú, y él te daría agua viva>>. Hasta ahora la mujer no sabía que
tuviera sed de nada espiritual. Jesús le dice: << El que beba del agua
que yo le daré, nunca más tendrá sed>>. La mujer empieza a entender y
dice: << Señor, dame esa agua>>.
Ahora Jesús invita a la mujer a aceptar el
don: Jesús
dice a la mujer: << Los que quieran dar culto verdadero adoran al Padre
en espíritu y en verdad. (...) Por eso los que lo adoran deben hacerlo en
espíritu y verdad>>. La mujer
confiesa que cree en el Mesías que ha de venir, y él le responde: << El
Mesías soy yo, el que habla contigo>>. La mujer acaba de recibir el agua viva, y va corriendo
a comunicarlo a su vecindario. ¿Será
posible que, hoy, tanta gente sedienta de cosas, y árida espiritualmente como
un páramo, por el vendaval furioso de las pasiones, no desee el agua viva que
salta hasta la vida eterna?
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Presentación
Presentación
Mosén Enric Prat presenta estas nuevas Homilías, totalmente diferentes de las ya conocidas (www.bisbaturgell.org - homilias dominicales). Son diferentes en el contenido, en el estilo y en la extensión. Cada Homilía contiene una sola idea, la expresada en el título. La breve argumentación se basa casi únicamente en los textos litúrgicos del día. Creemos que estas homilías pueden facilitar a cada interesado la preparación de la suya propia; o como guión de un comentario más espontáneo. La mejor utilización, sin embargo, la encontrará cada usuario interesado. Posiblemente, otras personas además de los predicadores, encontrarán en estos escritos la ocasión de profundizar en el sentido íntimo de la Palabra de Dios en la Liturgia, y de saborear el consuelo espiritual que nos ofrece. Sea todo ello para alabanza de Dios y a beneficio espiritual y humano de cuantos quieran hacer uso de este medio. Muchas gracias.
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
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