El hombre siempre está en
la encrucijada: opta por sí mismo o elige al Otro, se contenta con lo que tiene
o con lo que espera lograr por sí solo, o admite sus sustanciales limitaciones
y se acoge a la magnificencia del Otro. En las culturas antiguas, muchos
acudían a los ídolos (deidades imaginarias) para implorar una ayuda
imprescindible en su impotencia. Ahora, en nuestra cultura superior, el hombre,
igualmente egoísta, se fabrica unos ídolos más cercanos: el poder, el éxito, el
placer. Son el refugio a su impotencia. Con ellos pretende edificarse un búnker
de seguridad contra sus carencias, sin tener que someterse al Otro: el ídolo es
el sustituto del Dios vivo y verdadero.
El tentador ofreció a Jesús
los mismos ídolos: << Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta
en pan >> (el placer de los sentidos). << Te puedo dar todo este
poder y la gloria de estos reinos >> (el poder). << Tírate abajo.
(…) Encargará a los ángeles que cuiden de ti, y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con
las piedras >> (el éxito social).
La respuesta de Jesús es: No a
los ídolos, sí a Dios: << Está escrito que el hombre no vive sólo de pan
>> (el placer de los sentidos). << La Escritura dice:
"Adorarás al Señor, tu Dios >> (porque de él solo es el poder).
<< Está escrito: "No tentarás los Señor tu Dios >>
(provocándole para la obtención de tu éxito). Jesús tenía razón: los ídolos de antes o los de ahora son la
claudicación del hombre y su perdición, y Dios es y será la respuesta a sus
necesidades.
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Presentación
Presentación
Mosén Enric Prat presenta estas nuevas Homilías, totalmente diferentes de las ya conocidas (www.bisbaturgell.org - homilias dominicales). Son diferentes en el contenido, en el estilo y en la extensión. Cada Homilía contiene una sola idea, la expresada en el título. La breve argumentación se basa casi únicamente en los textos litúrgicos del día. Creemos que estas homilías pueden facilitar a cada interesado la preparación de la suya propia; o como guión de un comentario más espontáneo. La mejor utilización, sin embargo, la encontrará cada usuario interesado. Posiblemente, otras personas además de los predicadores, encontrarán en estos escritos la ocasión de profundizar en el sentido íntimo de la Palabra de Dios en la Liturgia, y de saborear el consuelo espiritual que nos ofrece. Sea todo ello para alabanza de Dios y a beneficio espiritual y humano de cuantos quieran hacer uso de este medio. Muchas gracias.
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
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