¿No nos podríamos refugiar entonces en el rincón más recónditode la oscuridad de la fe? Porque la fe, cuando se vive en la oscuridad, justamente es entonces cuando es más pura y eficaz. No se trata de entender, sino de querer fiarse absoluta e incondicionalmente del Señor. Los discípulos lo despertaron diciéndole: <<"Maestro, ¿No te importa que nos hundamos? El hecho de clamar, de despertar a alguien, de pedir socorro, ya es abrir la puerta a la esperanza y comenzar a salir de la angustia opresora de una soledad asfixiante. Alguien tiene poder por encima de los elementos negativos que llevan a la muerte: << Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: “¡Silencio, cállate! El viento cesó y vino una gran calma>>.
En la mentalidad mítica de aquella época el mar era tenido como el símbolo de las fuerzas del mal. En el libro de Job encontramos ya una confesión de fe que profesa el poder absoluto de Dios sobre la insolencia del mar y, por tanto, sobre las fuerzas del mal: << El Señor habló a Job desde la tormenta: "¿Quién cerró el mar con una puerta, cuando salía impetuoso del seno materno? (…) Y le dije: “Hasta aquí llegarás y no pasarás>>. Cristo es la mano de Dios que pone a raya las fuerzas del mal, entonces, ahora y siempre. San Pablo, en su carta a los Corintios, lo ve así: “El que es de Cristo es una criatura nueva. Lo antigua ha pasado. Lo nuevo ha comenzado>>. Por tanto, con Cristo, también tenemos poderes sobre el mal.
En la mentalidad mítica de aquella época el mar era tenido como el símbolo de las fuerzas del mal. En el libro de Job encontramos ya una confesión de fe que profesa el poder absoluto de Dios sobre la insolencia del mar y, por tanto, sobre las fuerzas del mal: << El Señor habló a Job desde la tormenta: "¿Quién cerró el mar con una puerta, cuando salía impetuoso del seno materno? (…) Y le dije: “Hasta aquí llegarás y no pasarás>>. Cristo es la mano de Dios que pone a raya las fuerzas del mal, entonces, ahora y siempre. San Pablo, en su carta a los Corintios, lo ve así: “El que es de Cristo es una criatura nueva. Lo antigua ha pasado. Lo nuevo ha comenzado>>. Por tanto, con Cristo, también tenemos poderes sobre el mal.
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