Hasta hace poco ha predominado en nuestra cultura el sentido de lo sagrado. Todo, hasta los hechos ordinarios y puntuales, eran considerados en relación a Dios y dependiendo de él al detalle. Así, la salud y la curación de los enfermos, el tiempo propicio a las cosechas, los eventos meteorológicos, las epidemias y las catástrofes naturales, incluso las invasiones y las guerras. Todo se veía como llevado directamente por la mano de Dios y considerado como premio de la virtud o como castigo por los pecados. Los avances espectaculares de la ciencia han puesto de manifiesto que muchos fenómenos y otros hechos concretos se pueden prever con precisión y, en caso necesario, ser modificados a voluntad, mediante las técnicas y los medios que tenemos a mano. Hasta cierto punto el mundo se ha desacralizado.
Decimos hasta cierto punto, porque la relación de todo con Dios permanece más allá, en el principio y fundamento de todo, en las leyes universales que hacen, por ejemplo, que la tierra sea apta para la vida y sirva de habitáculo para el hombre; que esté dotada de una atmósfera favorable, que las lluvias, el frío y el calor, a lo largo de todos los siglos, se sucedan más o menos a un ritmo propicio para el mantenimiento de la vida. La dependencia de todo con respeto de Dios, que es su creador, el mantenedor y el guía, hace que todo sea sagrado, y más sagrada es la creación cuando ésta más se ajusta al proyecto original de Dios.
Pasando ahora al plano espiritual y moral que es propio del ser libre, hay que concluir que el hombre es más sagrado, más perteneciente a Dios y más santificado, cuando más cumpla las leyes morales establecidas por él. Leemos en el Deuteronomio: << No añadáis nada a lo que os mando ni suprimáis nada; así cumpliréis los preceptos del Señor, vuestro Dios, que yo os mando hoy. Ponedlos en obra. Que ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan noticia de todos ellos dirán: cierto, que esta nación es un pueblo sabio e inteligente y, en efecto, ¿hay alguna nación tan grande que tenga los dioses tan cerca como lo está el Señor de nosotros siempre que lo invocamos?>>. Así reconocerán los gentiles que el pueblo que cumple los mandamientos de Dios es un pueblo sagrado que vive cerca de Dios, un pueblo santo. Ahora bien, la obediencia a los mandamientos que Dios pide sólo santifica y hace sagrado al hombre, cuando sale del corazón en espíritu y verdad, para que no nos tenga que decir Jesús, como dijo a los fariseos: << Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí >>.
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Presentación
Presentación
Mosén Enric Prat presenta estas nuevas Homilías, totalmente diferentes de las ya conocidas (www.bisbaturgell.org - homilias dominicales). Son diferentes en el contenido, en el estilo y en la extensión. Cada Homilía contiene una sola idea, la expresada en el título. La breve argumentación se basa casi únicamente en los textos litúrgicos del día. Creemos que estas homilías pueden facilitar a cada interesado la preparación de la suya propia; o como guión de un comentario más espontáneo. La mejor utilización, sin embargo, la encontrará cada usuario interesado. Posiblemente, otras personas además de los predicadores, encontrarán en estos escritos la ocasión de profundizar en el sentido íntimo de la Palabra de Dios en la Liturgia, y de saborear el consuelo espiritual que nos ofrece. Sea todo ello para alabanza de Dios y a beneficio espiritual y humano de cuantos quieran hacer uso de este medio. Muchas gracias.
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
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