El abismo existente, ahora y aquí, y en todo el planeta,
entre personas escandalosamente ricas y los hambrientos; entre continentes,
entre norte y sur y entre naciones, está a la vista y en la mente de todos.
Nada nuevo. Dice el profeta Amós:
<<Os acostáis en lechos de marfil; arrellanados en
divanes, coméis carneros del rebaño y terneras del establo. (…) Bebéis vino en
copas, os ungís con perfumes exquisitos >>. O aquella otra cita del
Evangelio: << Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino
fino, y banqueteaba espléndidamente cada día>>.
Nuestros
ricos de ahora viven en grandes mansiones, equipadas con un lujo y un servicio
de seguridad inverosímiles, donde celebran fiestas y / o orgías escandalosas.
Sus servicios de transporte y de recreo son todos de alto standing y de precios
alucinantes. El coste de sus viajes turísticos por todo el mundo es millonario.
Sus relaciones sociales se dan siempre con gente del mismo rango, mientras su
pensamiento se aleja expresamente de la masa social hambrienta.
Sigue el
Evangelio:<< Y un mendigo, llamado Lázaro, estaba echado en su portal,
cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del
rico>>. Es el paradigma de nuestros pobres: países enteros en la miseria,
que han sido expoliados por los colonizadores, en vez de ser promovidos
culturalmente para el crecimiento de sus bienes legítimos; y ahora yacen
agotados, sino muertos, en las fronteras de sus explotadores, mendigando las
migajas que caen de sus mesas sobre abundantes.
Sigue el Evangelio: <<
Sucedió que murió el mendigo y los
ángeles lo llevaron al seno de Abraham. Se murió también el rico y lo
enterraron. Y estando en el infierno, en medio de los tormentos>>, pidió
auxilio a Abraham y no le fue concedido. << Abraham le contestó:
"Entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que no puedan
cruzar, aunque quieran, desde aquí hacia vosotros, ni puedan pasar desde ahí
hacia nosotros>>. Después de la muerte, ha prescrito el tiempo de ajustar
las propias cuentas. ¿Qué podemos hacer
cada uno de nosotros, mientras vivimos, para nivelar el abismo que nos separa
de los pobres?
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