Entre los que buscan oro, algunos
lo encuentran abundantemente y se hacen ricos, otros llegan a hacer las paces
y, justo, pueden llegar a vivir. Finalmente, otros pierden inútilmente el
tiempo y la salud en el intento e, incluso, la vida. No siempre, por tanto, el
que busca, encuentra. Se trata, precisamente, de elegir con entendimiento y
prudencia lo que sabemos de cierto que podemos encontrar.
El dicho de Jesús que nos sirve de título, si nos
atenemos al contexto, nos dice bastante claramente qué es lo que necesitamos
buscar, si queremos una garantía absoluta de poderlo encontrar: Dios y su
Reino. En efecto, dice: Pedid y se os
dará; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá.
El secreto de los místicos no es otro que el de haberse
puesto decididamente a buscar sin desfallecer. Quizás porque se acuerdan de
aquella promesa del Dt 4,29. 31, que
dice: Buscarás el Señor, tu Dios; y si lo
buscas con todo el corazón y con toda el alma, lo encontrarás. [...]Porque el
Señor, tu Dios, es un Dios entrañable que no te abandonará, ni te destruirá, ni
se olvidará de la alianza que pactó con tus padres.
El siguiente paso que da el místico se encuentra descrito
en Mt 13, 45-46: También es semejante el
Reino de los Cielos a un mercader que busca perlas finas: al encontrar una de
gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra.
La fascinante epopeya de un místico reposa serenamente y
segura encima de estos dos soportes: buscar y vender. Buscar saliendo fuera de
sí mismo, ir al Otro, amar al Otro por lo que Él es, querer perderse en el
Otro. Con palabras de S. Juan de la Cruz: Advertencia
amorosa en Dios, sin apetito de querer oír ni entender lo particular de El.
Vender será tirar por la borda todos aquellos fardos que, además de ser
inútiles, impiden salir a buscar y, más aún, entrar en la cámara del Esposo.
El místico se ocupa
sólo de buscar y de vender, pero nunca se preocupa de encontrar, porque se
acuerda del dicho de Isaías, cuando escribe: Buscad al Señor mientras se deja encontrar. (Is 55,6)
Imprimir artículo
No hay comentarios:
Publicar un comentario