Esta es una noche muy especial que nos hace revivir el oráculo del profeta Isaías, cuando los galileos habían sido deportados a Asiria. Un pueblo fuera de su tierra, en el exilio, a la deriva. <<El pueblo que caminaba en tinieblas >>. Para ellos, Isaías profetiza la aparición de una gran luz que, << Los llenará de gozo, de una alegría inmensa >>. El profeta lo ve como ya realizado: <<Un niño nos ha nacido, se nos ha dado un hijo que lleva en el hombro la insignia de príncipe. (...) La paz no tendrá fin en su reino, fundamentado y sostenido, desde ahora y para siempre, sobre el derecho y la justicia >>.
La historia confirma el oráculo de Isaías: << Mientras estaban allí (en Belén) se cumplieron los días y nació su hijo primogénito. Ella (María) lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada. (...) El ángel les dijo (a los pastores): "No temáis, os traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un salvador: el Mesías, el Señor>>. Los pastores, que acogen con alegría el anuncio del ángel, son los primeros beneficiarios de ese hecho portentoso. Sus corazones se han liberado de opresiones, angustias e incertidumbres: << Al verlo con sus propios ojos, contaron lo que les habían dicho de aquel niño, y todos los que lo oían se admiraban de lo que decían los pastores >>.
El anuncio eficaz de aquel divino nacimiento no ha llegado todavía hoy a mucha gente. A muchos de los que gobiernan y a muchos del pueblo raso. Por eso aún, mucha gente vive en el país tenebroso: deportados, exiliados, refugiados viviendo en campamentos inhumanos, emigrados forzosos; gente sin nada más para conservar que la propia vida. Para ellos es como si el Niño divino aún no hubiera nacido. Como también para muchos que ya han recibido la noticia, pero no los ha tocado a fondo, como a los pastores. Como no han entendido el sentido o no recibieron la noticia favorablemente, no se maravillan del hecho y viven todavía en el temor, en la angustia vital, en la búsqueda frustrada de un sentido. Que esta Navidad llegue a todo el mundo el anuncio del ángel: << No temáis, os anuncio una nueva que llevará en todo el pueblo una gran alegría >>.
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Presentación
Presentación
Mosén Enric Prat presenta estas nuevas Homilías, totalmente diferentes de las ya conocidas (www.bisbaturgell.org - homilias dominicales). Son diferentes en el contenido, en el estilo y en la extensión. Cada Homilía contiene una sola idea, la expresada en el título. La breve argumentación se basa casi únicamente en los textos litúrgicos del día. Creemos que estas homilías pueden facilitar a cada interesado la preparación de la suya propia; o como guión de un comentario más espontáneo. La mejor utilización, sin embargo, la encontrará cada usuario interesado. Posiblemente, otras personas además de los predicadores, encontrarán en estos escritos la ocasión de profundizar en el sentido íntimo de la Palabra de Dios en la Liturgia, y de saborear el consuelo espiritual que nos ofrece. Sea todo ello para alabanza de Dios y a beneficio espiritual y humano de cuantos quieran hacer uso de este medio. Muchas gracias.
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
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