La persona humana, ser inteligente, libre y, por tanto, responsable, debe tener necesariamente un sentido, un destino y una plenitud diferente de la naturaleza muerta y de la vida irracional. La Biblia presenta al hombre como el rey de la creación al que Dios encomienda que crezca, se multiplique y domine la tierra. La superioridad del hombre por encima del resto de criaturas radica en un plus de vida que es espiritual y que, para realizarse como tal, debe seguir una hoja de ruta, descubierta por su condición de inteligente, y seguida con gran cuidado, por su condición de libre. La meta del hombre espiritual hay que situarla en su encuentro con el Gran Espíritu. San Agustín lo expone muy gráficamente cuando dice que el corazón del hombre está hecho para Dios y que sólo reposa cuando descansa en Dios.
Como sea que el hombre se siente atraído por objetivos carnales inmediatos y ve el objetivo espiritual muy lejano y difuminado, necesita la ayuda de un guía, de un maestro, de un pastor en lenguaje bíblico, que le ayude a descubrir y poner en práctica la hoja de ruta del espíritu. El profeta describe el drama que representa para los fieles cuando los pastores subalternos humanos son incompetentes o agoreros: << Ay de los pastores que dispersan y dejan perecer las ovejas de mi rebaño –oráculo del Señor>>. Luego, Dios mismo se hace cargo de guiar al rebaño: << Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas (…) y las volveré a traer a sus dehesas para que crezcan y se multipliquen>>. Acto seguido, el profeta ve un futuro espléndido, cuando afirma: << Mirad que llegan días –oráculo del Señor- en que suscitaré a David un vástago legítimo (…) En sus días se salvará Judá, Israel habitará seguro>>. Evidentemente se refiere a la venida del Mesías que será el Pastor definitivo y perfecto para actualizar la hoja de ruta hasta la perfección de la humanidad.
<< Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor. Y se puso a enseñarles con calma >>. Es así como Jesús ha iluminado el camino a todos aquellos que han querido escucharle, y ha creado una nueva humanidad centrada en él. Una humanidad instalada en una paz íntima que es fruto de la esperanza y del amor. Una humanidad que encuentra el verdadero sentido a su existencia presente y futura, porque sigue la voz de su pastor. El salmista lo celebra, diciendo: "El Señor es mi pastor, nada me falta, me hace descansar en verdes praderas; me conduce junto al agua, y repara mis fuerzas".
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Presentación
Presentación
Mosén Enric Prat presenta estas nuevas Homilías, totalmente diferentes de las ya conocidas (www.bisbaturgell.org - homilias dominicales). Son diferentes en el contenido, en el estilo y en la extensión. Cada Homilía contiene una sola idea, la expresada en el título. La breve argumentación se basa casi únicamente en los textos litúrgicos del día. Creemos que estas homilías pueden facilitar a cada interesado la preparación de la suya propia; o como guión de un comentario más espontáneo. La mejor utilización, sin embargo, la encontrará cada usuario interesado. Posiblemente, otras personas además de los predicadores, encontrarán en estos escritos la ocasión de profundizar en el sentido íntimo de la Palabra de Dios en la Liturgia, y de saborear el consuelo espiritual que nos ofrece. Sea todo ello para alabanza de Dios y a beneficio espiritual y humano de cuantos quieran hacer uso de este medio. Muchas gracias.
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
Terminada la publicación en este BLOG de las NUEVAS HOMLIAS, me atrevo a proponer a los amables usuarios una nueva Etiqueta: EL RINCON DE LA MISTICA. La mística, no en su vertiente de hechos extraordinarios, como el éxtasis, la levitación, las locuciones o las visiones, sino como alternativa a la ascética, con la atención puesta en las obras de San Juan de la Cruz y en el autor anónimo del libro lA NUBE dEL NO SABER. La ascética se basa en el razonamiento, el esfuerzo y el protagonismo personal. La mística abandona todo protagonismo personal para atribuirlo sólo a Dios, de acuerdo con lo que recomienda el Salmo 36: Encomienda al Señor tus caminos; confía en él, déjalo hacer. O respondiendo a la oferta de Ap.3,20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. El místico recibe, por medio de la iluminación que le es dada, una noticia nueva de la naturaleza de Dios, que es oscura e inexplicable. Los autores la llaman docta ignorancia o rayo de tiniebla. Este trabajo, que ha sido publicado en la revista l’Església d’Urgell y con una buena aceptación por parte de muchos lectores, puede ser útil para la lectura y meditación particular, y también como herramienta de trabajo para grupos de oración, de formación espiritual o de catequistas. Gracias!
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